A principios de temporada, cuando era la hora de organizar el equipo con el que el Castilla afrontaría una nueva temporada en Segunda División B, el nombre de Jaume Grau apareció de manera muy poco significativa. El centrocampista valenciano acababa de regresar de una fructuosa cesión en el Navalcarnero, donde acumuló 25 partidos.

Sin embargo, su hueco en el filial del Real Madrid no parecía estar claro, y su salida del club blanco estuvo muy cerca. Fue en ese momento que Santiago Solari apostó por él, decidiendo quedárselo y otorgándole galones. La maniobra no le podría haber salido mejor al entrenador argentino.

DE DESPECHADO A INDISPENSABLE

A sus veinte años, Jaume se ha convertido en una pieza fija dentro de las alineaciones de su equipo. Habiendo dado directamente el salto desde el Juvenil A -en el que permaneció dos añosal citado Navalcarnero, su primera temporada en el primer filial del conjunto merengue está siendo insuperable.

Acumula ya 29 partidos a sus espaldas, siendo, junto a Luismi Quezada, el que más encuentros ha disputado. Por si fuera poco, con 2.330 minutos a sus espaldas, es también, tras el dominicano, el que más minutos acumula. Su sacrificio en el centro del campo es ampliamente valorado, siendo la brújula que guía al resto de sus compañeros. Además, es el encargado de tapar los huecos que deja Jaime Seoane con sus subidas.

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