Luismi Quezada ya es nuevo jugador del Córdoba. El canterano madridista llega cedido a la entidad blanquiverde para proseguir con su trayectoria profesional. El acto de presentación tuvo lugar este lunes después de que el madrileño se ejercitara por primera vez junto a sus compañeros.

Desde la grada vio el primer duelo de su nuevo equipo ante el Numancia y tras rubricar su firma, Quezada aseguró ante los medios que es "una gran oportunidad" esta cesión en el club andaluz. Quiso acordarse el jugador de sus minutos este verano en el Castilla. Durante estos días, el canterano se ha entrenado bajo las órdenes de Santiago Solari mientras el resto de ya excompañeros preparaban el nuevo curso en Segunda División B.

"Es increíble", reconoció Quezada en relación a lo anterior. No obstante, no esconde la "enorme ilusión" que le hace por enfundarse su nueva camiseta reconociendo no importarle jugar "de lateral o de interior". "La elección se la dejo al míster, él sabrá dónde puedo aportar más al equipo", zanjó.

Para cerrar la presentación, el director deportivo del Córdoba, Rafa Berges, desveló conocer a Quezada "no solo desde el Castilla, si no desde su estancia en el Olot". Dado a la situación deportiva más reciente por la que ha pasado el club andaluz, el directivo argumentó que "gracias a la aportación diaria del nuevo jugador hará que el nivel general aumente".

"Va a crecer aquí mucho, tanto como jugador como persona", zanjó Berges para cerrar la comparecencia. Tras ello, Quezada afronta el mayor reto de su carerra en uno de los clubes históricos en España con el fin de quien sabe volver a vestirse de blanco en un futuro no muy lejano. 

Uno de los importantes

El jugador comenzó a contar para los planes de su ya exentrenador desde la práctica llegada de Solari al banquillo del Castilla. El madrileño se convirtió en un fijo dentro del esquema en el filial merengue y ello ha provocado que varios hayan sido los clubes los que se han fijado en él.