Verano de salidas en La Fábrica. Jugadores como Dani Gómez, Javi Sánchez o Seoane han abandonado la casa blanca para comenzar una nueva aventura. El objetivo es que ganen minutos en clubes de Primera o Segunda División y así ver su proyección, o también si en un futuro pueden llegar al primer equipo del Real Madrid.
Uno de los que ha abandonado el club merengue es Cristo González. El delantero tinerfeño llegó en el verano de 2017 al Castilla. Después de una primera temporada complicada en el primer filial madridista, durante el segundo curso vistiendo la camiseta blanca destacó en el aspecto goleador, llegando a superar la barrera de los dos dígitos.
El pasado mes de julio se confirmó su adiós. Pero su salida no se saldó en forma de cesión como las de algunos de sus excompañeros, sino que fue bajo venta a título definitivo. Así el Udinese se hizo con los servicios del prometedor atacante a cambio de 1,5 millones de euros. En el acuerdo con la escuadra italiana, el Real Madrid se guardó una opción de compra, así como un derecho de tanteo.
Cristo ha firmado hasta el año 2023 con el Udinese. Una clara apuesta de futuro de los italianos. Pero antes de probarle en el Calcio, decidieron que saliese para que siguiese rodándose. Esta misma semana se ha confirmado su llegada al Huesca, equipo que durante la temporada 2018/2019 jugó en la Primera División del fútbol español. En el conjunto de Aragón se ha reencontrado con un 'viejo conocido'.
Dúo con Seoane
El Real Madrid decidió que el proyecto del Huesca era el mejor para la progresión de Seoane. El centrocampista es uno de los futbolistas más prometedores de la cantera merengue y ahora en el conjunto aragonés podrá demostrar la buena pareja que formó el curso pasado junto a Cristo. Desde Concha Espina se tomará nota.
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