Frenazo a la mejoría del Real Madrid Castilla. Los de Raúl González no han podido con el muro que planteó el Marino de Luanco y cayó en Miramar por 1-0. Un solitario gol de Alex Arias de penalti después de una desafortunada acción de De la Fuente fue el único tanto del encuentro.
Los blancos, que venían de vencer al Celta B y de empatar a dos contra Las Rozas, ven como su progresión se ve cortada por un rival directo en la mitad de la tabla. De esta forma se quedan solo un punto por encima del descenso y a ocho de los puestos de ascenso.
Golpearon los asturianos
Empezó el Marino muy fuerte. En el 8 ya tuvo una ocasión muy clara por medio de Saha. El centrocampista se plantó solo en el área de Belman, pero el control no fue demasiado bueno y el portero blanco pudo atajar el balón. Dos minutos después, por medio de Trabanco, buscó el conjunto asturiano el gol con un disparo desde la frontal que se fue manso a las manos del guardameta del Castilla.
Trató de reaccionar el conjunto de Raúl González con un buen disparo desde las inmediaciones del área de Fidalgo, pero el tiro golpeó en un rival y no puso en problemas a Porrón. Y cuando estaba creciendo el Castilla con una buena ocasión después de un centro de Fran García que se envenenó, se adelantó el Marino en el marcador. En el minuto 35, desde el punto de penalti, Alex Arias engañó a Belman y anotó el primero del partido.
El Castilla no se arrugó con el gol y siguió con el ida y vuelta que había planteado el Marino desde el inicio del partido. En una falta que sacó Martín Calderón muy peligrosa a pocos metros del área Porrón volvió a lucirse parando el disparo. En el córner posterior el balón se paseó con mucho peligro por el área asturiana pero no encontró rematador. Con el Marino por delante en el marcador se llegaba al descanso.
Fría segunda parte
La segunda mitad comenzó con el mismo ida y vuelta de la primera. Lo intentaba desde las bandas el Castilla por medio de Jordi, pero su centro salió demasiado picado y Porrón no tuvo problema de atrapar el balón. Avisó el Marino también con otro centro en el que Belman tuvo que actuar en dos ocasiones consecutivas. Pero los de Raúl González no estaban amenazando demasiado la portería asturiana.
Por eso el técnico blanco movió el banquillo. Metió pólvora al campo con Pablo Rodríguez por un poco acertado Álvaro Fidalgo. También cambió la medular con la entrada de Miguel Baeza por Martín Calderón y, desde ese momento, el equipo empujó más. Pero el equipo blanco tuvo otro contratiempo y Raúl tuvo que hacer el último cambio de forma obligada. Marvin se retiraba lesionado para dar entrada a César Gelabert.
Los asturianos hicieron todo lo posible para frenar el ímpetu de los jóvenes jugadores del Castilla. Trabaron el partido ya fuera con faltas o por medio del balón y los de Raúl González no pudieron reaccionar en los últimos minutos del partido. Aún así Pablo tuvo una última ocasión en el área que malogró con su pierna izquierda y que pudo suponer el empate.
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