No ha sido el mejor comienzo de temporada posible para Andri Lucas Gudjohnsen. El hijo del histórico jugador de Chelsea y Barça, entre otros, que milita en el Real Madrid Juvenil A ha sufrido una rotura de su ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y se perderá gran parte de la 2020/2021. El delantero era una pieza crucial del nuevo proyecto que iniciaba Jorge Romero a los mandos del primer equipo de la cantera.

A sus 18 años, el ariete iniciaba su temporada más trascendental antes de dar el paso al profesionalismo. Si todo hubiera ido normal, incluso podría haber sido parte de la pretemporada del primer equipo. Los juveniles empezaron esta semana a trabajar después de un período de vacaciones. Él no estaba entre los que estaban preparando la UEFA Youth League, por lo que se habría incorporado ahora.

Gudjohnsen estará, como mínimo, nueve meses alejado de los terrenos de juego, por lo que podría llegar para el final de la próxima temporada con el objetivo de la Copa del Rey, el torneo que suele cerrar el año en las categorías juveniles. Difícil tendrá llegar a disputar algún partido de la División de Honor que los blancos buscarán levantar.

Precisamente para su posición la entidad blanca se había hecho con dos jugadores: Juanma Hernández y Pau Ferrer. También surgen como alternativas el extremo del Juvenil B, Javier Lancho, que también puede hacer de delantero, y Carles Llario, aún en edad cadete pero con muy buena estima entre los mirlos emergentes desde la Ciudad Deportiva Real Madrid de Valdebebas.

Los fichajes

Hernández, delantero nacido en 2002, firmó contrato con el Real Madrid para los próximos cuatro años. A sus 17 años, 18 en septiembre, era una de las principales promesas del Málaga, club al que pertenecía aunque jugó en el San Félix esta última campaña en División de Honor. Tras esa experiencia, el joven ariete da un paso adelante en su carrera y jugará la próxima temporada en el conjunto blanco.

Ferrer, nacido en Benicarló el 17 de octubre de 2003, llegará a La Fábrica con la expectación que levantan las grandes figuras, ya que está considerado como una de las mayores joyas del fútbol español en categorías inferiores. Un talento muy precoz al que los ojeadores madridistas han querido echar el guante lo antes posible. El delantero de tan solo 16 años militaba en la filas del Castellón y estaba siendo seguido por todos los grandes clubes del fútbol español.

Los Gudjohnsen

Andri, el mayor de los hijos del exdelantero islandés, firmó contrato con el Real Madrid en 2018 tras pasar por las filas del Espanyol. Daniel, el pequeño de los dos, llegó también a la entidad blanca ese mismo año. Era la referencia del equipo infantil del Barça, pero la intención de su padre de que la familia estuviera unida fue más importante que el hecho de que tuviera una carrera en el conjunto culé.

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