Mientras las alarmas se encendían en Valdebebas en la noche de este martes por los posibles problemas físicos de Sergio Ramos y Raphaël Varane, en La Fábrica se encendían dos luces de esperanza. El hecho de que ambos jugadores se perdieran alguno de los encuentros que tiene por delante el Real Madrid en las próximas fechas es desastroso. Mientras Eder Militao supera el coronavirus y Nacho Fernández consigue estar de nuevo al cien por cien, en la casa blanca se habla ya de dos nombres: Víctor Chust y Mario Gila.
Estos dos son los centrales que ahora mismo tiene disponibles el Real Madrid Castilla. Este martes se confirmó la lesión de Pablo Ramón, el otro zaguero con el que cuenta Raúl González. El mallorquín sufre una rotura fibrilar en el bíceps femoral y, según las pruebas a las que se sometió este 17 de noviembre, no es pequeña: tendrá que estar más de mes y medio de baja y ya no volverá a competir hasta 2021.
Es por lo que tanto Chust, como Gila, iban a hacerse con la zaga del filial blanco para los próximos compromisos. Pero estos problemas que ha traído consigo el parón de selecciones les han puesto en el foco. Si bien es cierto que Zidane ha recuperado ya a Nacho al menos para los entrenamientos, no está para tener 90 minutos. Al ser el único central disponible, también podría contar con Casemiro, si se confirma su negativo en Covid-19, e incluso reconvertir a Ferland Mendy.
Pero la mejor cantera del mundo también tiene a unos centrales prometedores. Ambos están cualificados para que tengan al menos la oportunidad de defender la camiseta del Real Madrid. Ni mucho menos es sencillo para cualquier canterano sustituir al capitán de la primera plantilla, pero por calidad y forma no será. Los dos podrían ser llamados por Zidane de cara a esa cita de este fin de semana frente al Villarreal. Ojalá para viajar a Milán tanto Ramos como Varane estén listos, pero también podría tener que tirar de ellos ante el Inter.
Chust, la promesa
A sus 20 años, no sería su primera convocatoria después de que Zidane le llamara para viajar al mismo lugar donde se celebra este sábado el partido. Destaca por sus condiciones físicas, aunque no es excesivamente alto con su 1,82. En ese sentido es más Ramos que Varane, porque también va bien por arriba tanto defensivamente como en las jugadas a balón parado. Maneja su pierna diestra muy bien para sacar el balón y, aunque no es el más rápido, tampoco le tiembla el cuerpo cuando tiene que rectificar y correr hacia atrás.
Raúl le dio la capitanía del equipo también en el Castilla después de liderar este verano al Juvenil en la Youth League. A los 12 años el Real Madrid le llamó, cogió un tren junto a su familia y ya no volvería a salir de La Fábrica. También es un habitual de las convocatorias en las categorías inferiores de la Selección. Hasta ahora era internacional sub19, pero no sería raro verle pronto con el equipo de Luis de la Fuente después del próximo Europeo.
La experiencia de Gila
También es central derecho, aunque se puede adaptar a la izquierda. No es casualidad que esté en la lista de Futbol Draft como uno de los candidatos a conseguir el premio a uno de las mejores promesas en este puesto de España. Como Chust, tiene capacidades suficientes como para jugar a campo abierto y retar a cualquiera en velocidad. Evidentemente, ninguno de los dos llega al nivel de Ramos y Varane, de los mejores del mundo en esta cuestión.
Este jugador que llegó en 2018 desde la cantera del Espanyol y que en una temporada convenció a Raúl para darle la titularidad en el Castilla es más físico que Chust. Pero la principal diferencia es la experiencia. También tiene 20 años, pero le lleva una temporada de ventaja al valenciano. Este verano preguntaron por él desde Italia, precisamente justo después de renovar con el conjunto merengue.
Aunque esa convocatoria le dé ventaja a Chust y la situación del lateral derecho también obligue a llevar a Sergio Santos (que ante una urgencia también ha disputado encuentros como central), Zidane tampoco descuida a Gila si se confirman los peores presagios.
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