Este no ha sido un jueves cualquiera en Valdebebas. El motivo, un paso de lo más significativo para un chico en el que en el Real Madrid han puesto muchas esperanzas, Takuhiro Nakai (Siga, Japón; 2003). Conocido como 'Pipi', el centrocampista nipón ha renovado su contrato hasta 2025 con el objetivo de reforzar su condición en La Fábrica merengue. A partir de la próxima temporada jugará en el Real Madrid Castilla de forma habitual y será un pilar para el próximo proyecto del filial.
Nakai es uno de esos nombres que más suenan en la cantera del Real Madrid, en Valdebebas, cuyas instalaciones pisó por primera vez en 2014, con tan sólo diez años. Muy poco antes había sorprendido en un campus en su país a los ojeadores blancos que no dudaron y enseguida le propusieron una visita a España para evaluarle. Esa prueba fue más que satisfactoria y pasó a formar parte de la cantera merengue de forma inmediata. Desde entonces no ha parado de crecer.
Ha hecho vida con los diferentes equipos juveniles y en su momento, Zinedine Zidane lo incluyó en varios entrenamientos del primer equipo. Nakai está lejos de ser un bluf que se desinfló con el tiempo, es un producto bien macerado, con mucha paciencia. El año pasado, The Guardian lo incluyó en los jugadores a seguir en 2021. Esta temporada está teniendo buenas actuaciones con el primer juvenil con impacto también en la Youth League. Es algo más que un proyecto para el Real Madrid.
Además de la adaptación por el cambio de país, con las lógicas novedades culturales e idiomáticas, el japonés tuvo un desafío físico de altura. Siempre el más pequeño de la plantilla, necesitó mayores esfuerzos que el resto para acercarse a las titularidades. Le sirvieron para conseguirlas su calidad, su astucia y, por supuesto, su desarrollo biológico. Eso hizo que entrara rápidamente bajo el radar de ICM Stellar Group, la agencia de representación de Jonathan Barnett.
Un diamante nipón
Si el Real Madrid apostó por Take Kubo hace dos temporadas a sabiendas del desarrollo del fútbol japonés, el caso de Nakai no es ajeno. Verle era disfrutar de un proyecto de jugador superdotado a nivel técnico. Para quien no lo sepa y quiera comprobar que no se exagera sobre él, hay un puñado de vídeos en internet que lo atestiguan. Es un centrocampista con las condiciones de ser un jugador de primer nivel.
Además de a su hermano Akito, admira mucho a Luka Modric, del que aprende a diario en La Fábrica. Su puesto prototípico es el de mediapunta, el que más ocupó hasta Cadete A y donde empezó a jugar el croata. A partir de ahí, sin abandonar el enganche, se ha especializado también como mediocentro. A Raúl González, ahora entrenador del Castilla, le gusta mucho. Por ello en la pasada pretemporada le convocó para algunos entrenamientos y un amistoso. En 2022, Nakai dejará atrás su etapa formativa, por lo que ya entra en un periodo clave para su futuro.
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