El primer Clásico de la historia del fútbol femenino entre el Real Madrid y el Barcelona acabó en goleada. Las azulgranas hicieron valer su superioridad para endosar un 0-4 que las vuelve a poner como favoritas para el título de Liga que ganaron la temporada pasada que no terminó por culpa de la pandemia de coronavirus. Un gol mal anulado a Asllani con 0-1 pudo cambiar el sino del partido.
Las de David Aznar lo intentaron de forma brava, pero el partido se le hizo largo y una gran Misa fue la gran culpable de que la goleada no fuera mayor. La portera que llegó este verano a la entidad merengue ha demostrado por qué se invirtió en su contratación. Aún así, la ventaja que supone que un equipo esté más hecho que el otro se fue notando con el paso de los minutos hasta la goleada final.
Las locales se quedan con las sensaciones que dejaron algunos tramos de juego y con el qué habría pasado si dan validez al gol legal de Asllani. En cualquier caso, la superioridad se hizo evidente de principio a final. Las merengues tendrán que seguir trabajando para poder estar a ese nivel. El objetivo sigue intacto, entrar a final de temporada en los puestos de Champions League.
Primera polémica
Las jugadoras blancas quisieron hacer valer su condición de local, quitarse los fantasmas del pasado y hacer honor al escudo que ahora llevan en el pecho desde el primer minuto. Aunque las azulgranas tenían el control del balón, las de David Aznar trataban de salir rápido a la contra para sorprender a un Barça que también quería hacer valer su superioridad. Eso sí, la primera fue para las azulgranas. Un saque de falta de Caroline Graham Hansen se fue envenenando y provocó que Misa tuviera que hacer su primera intervención del choque.
Esa confianza con la que habían salido las locales se le iba a volver en contra poco después de que se jugasen los primeros quince minutos del partido. Una pérdida al borde del área la aprovechó Patri Guijarro para colocar el balón lejos del alcance de Misa. Los problemas no iban a quedar en el primer gol, ya que otra pérdida en campo propio dejó a Alexia Putellas en buena posición para probar su disparo obligando a hacer un paradón a la guardameta merengue.
Tras el gol, aunque el dominio de las culés seguía siendo evidente, el Real Madrid se soltó. Comenzó a buscar en largo a sus jugadoras más adelantadas y en una buena combinación llegó el balón a Kaci, que provó de lejos y obligó a Sandra Paños a hacer una estirada.
Mucho mejor fue la siguiente acción de las merengues. Un despiste de Sandra Paños al atrapar el balón iba a llamar la atención de Asllani. La delantera blanca presionó a la portera del Barça, le arrebató el balón y marcó el que era el empate a uno. La colegiada del encuentro, Marta Frías Acedo, interpretó que la sueca lo había hecho cometiendo falta y, bajo el estupor de las jugadoras del cuadro blanco, anuló el tanto.
El choque se había equilibrado significativamente. Las de David Aznar esperaban más arropadas en su propio campo, pero, en cuanto robaban, ponían en aprietos a la defensa culé. Eso sí, el espectáculo lo seguía poniendo Misa. La portera del Real Madrid seguía haciendo que el choque siguiera con una diferencia mínima al descanso. Una nueva intervención milagrosa ante un cabezazo de Jenni Hermoso volvía a poner en consideración su nivel. Gran acierto con su fichaje.
Y llegó la goleada
Las mismas sensaciones continuaron durante la segunda parte. Desde el inicio el Barça buscó seguir con su superioridad por medio de la posesión, mientras las de Aznar buscaban la banda derecha para tratar de aprovechar las subidas de Leila. Con esa situación, las visitantes encontraron un regalo en el área blanca que no esperaban.
Una falta de entendimiento entre Misa y Peter Babbet tras impedir que Hansen pudiera poner el balón atrás, acabó con el balón golpeando en ambas y entrando en la portería blanca. El Real Madrid se veía con dos goles en contra y la situación se ponía aún más complicada. Aunque las jugadoras de David Aznar estaban disputando un digno partido de estreno, el resultado no acompañaba y seguían lejos de hacer el primer gol.
De hecho, aún se complicaría más el choque. Un buen balón desde la banda le llegaba a Lieke Martens dentro del área que remataría picado para hacer ineficaz la estirada de Misa. Fallo defensivo que dejó a la jugadora culé sola en una situación en la que es muy eficaz.
Aún así las blancas tuvieron ocasiones para hacer el gol del honor. La entrada de Sofia Jakobsson incentivó al equipo local y un buen balón en largo dejó a la jugadora del Real Madrid en situación ventajosa. Aprovechó su velocidad para plantarse en el área rival, ponerla al centro y ponérsela a Marta Corredera, que fallaría prácticamente en el uno para uno con Sandra Paños.
La que no perdonó fue Alexia Putellas. La delantera azulgrana se sacó un potente disparo ante el que Misa, que se fue desinflando según fueron pasando los minutos. Con el 0-4 acabaría el primer Clásico de la historia de la Primera Iberdrola.
Real Madrid - Barça
Real Madrid: Misa Rodríguez; Kenti Robles, Ivana Andrés, Babett Peter, Marta Corredera; Maite Oroz, Aurelie Kaci; Marta Cardona, Teresa Abelleira, Olga Carmona (Sofia Jakobsson, min. 70); Kosovare Asllani (Lorena Navarro, min. 83).
Barcelona: Sandra Paños; Marta Torrejón, Andrea Pereira (Laia Codina, min. 79), Mapi León, Leila Ouahabi; Patri Guijarro, Alexia Putellas, Aitana Bonmatí (Lieke Martens, min. 55); Mariona Caldentey (Vicky Losada, min. 71), Carolina Graham Hansen (Ana Crnogorcevic, min. 79) y Jenni Hermoso (Asisat Oshoala, min. 71).
Goles: 0-1, min. 18, Patri Guijarro. 0-2, min. 54, Misa Rodríguez, en propia puerta. 0-3, min. 66, Lieke Martens. 0-4, min. 75, Alexia Putellas.
Árbitra: María Frías. Amonestó a Andrea Pereira (min. 37) y Patri Guijarro (min. 63).
Incidencias: partido correspondiente a la primera jornada de la Primera Iberdrola, disputado en el campo 11 de la Ciudad Deportiva del Real Madrid en Valdebebas a puerta cerrada por la crisis sanitaria.
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