El partido entre el Real Madrid Femenino y el Athletic Club ha dejado una victoria muy valiosa para el equipo madridista que sigue confirmando las buenas sensaciones de los últimos encuentros. A pesar de la derrota en Tenerife, el equipo de David Aznar está en clara línea ascendente y los resultados están empezando a llegar de una forma muy positiva.
Por ello, las jugadores del equipo blanco compiten cada vez con mayor confianza y dan buena muestra de su calidad y de su talento, a pesar de que se trata de una plantilla todavía en construcción y que ha tenido la llegada de muchas jugadoras nuevas este mismo verano. Además, está también la adaptación al Real Madrid como club.
Sin embargo, el choque entre madridistas y bilbaínas ha dejado una de las imágenes en la Liga Iberdrola y casi en el fútbol mundial, y es el terrible percance que ha sufrido la árbitra Sara Fernández ya en la recta final del partido, cuando estaba muy cerca de decretar la conclusión del encuentro.
En un ataque del Athletic Club, que buscaba desesperadamente el tanto que les diera la igualada en el electrónico, una jugadora del conjunto rojiblanco realizó un potente disparo sobre la meta local que defensía Misa Rodríguez. Sin embargo, el lanzamiento nunca llegó a las inmediaciones del portera local, ya que el balón golpeó directamente contra la colegiada.
El impacto fue tremendo ya que el disparo había sido muy potente. Se vivieron unos segundos dramáticos, ya que la preocupación por el estado de Sara Fernández era máximo. El disparo había sido muy violento y el esférico impactó de lleno con la cabeza de la árbitra, que no pudo mantener el equilibrio y se desvaneció desorientada.
Tuvo que salir
Tras el duro golpe, Sara no perdió el conocimiento, pero sí dio muestras de sufrir un fuerte dolor en la cabeza por el traumatismo. De hecho, mientras estaba tendida en el suelo recibiendo las asistencias médicas, se podían comprobar los gritos de dolor y de miedo tras un brutal balonazo recibido. No obstante, Sara se pudo recuperar e incluso salió por su propio pie del césped, por lo que todo quedó en un tremendo susto.
El lanzamiento de Naroa Uriarte fue tan fuerte que, por precaución, Sara Fernández tuvo que abandonar el encuentro sin dirigir los últimos minutos. En su lugar saltó al césped la cuarta árbitra, Sandra González, del colegiado madrileño, que se puso al frente del partido durante su recta final. El partido finalmente llegó hasta el minuto 100 tras el percance ocurrido con la colegiada principal.
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