Precioso gesto de Malena Ortiz con la sangre que corre por sus venas. La futbolista del Real Madrid Femenino ha anunciado en sus redes sociales que las botas que ha estado recogiendo en España durante los últimos meses y que envió a Cuba, han llegado a su destino final. La jugadora tiene raíces en esta isla, en la que pasó parte de su infancia, y ahora ha querido ayudar a la selección nacional de fútbol femenino del país teniendo este detalle con las mujeres que juegan allí.

"Estoy muy feliz de poder enseñaros esto, algo que espero poder seguir haciendo y seguir contando con más apoyos para que esta ayuda sea mucho más grande", exponía en su cuenta de Instagram con una foto en la que explicaba lo que había hecho. "Me hace muy feliz poder ayudar con algo tan básico como son unas botas de fútbol para que las chicas de la selección nacional puedan seguir creciendo", argumentó la futbolista.

Malena comenzó a recoger botas de fútbol la temporada pasada. Una ardua tarea que le llevó bastante tiempo para poder conseguir una cantidad suficiente y así nutrir a toda la selección cubana. Ha sido toda una odisea también que la mercancía llegara a su destino. "Han tardado varios meses en barco y la espera ha sido larga, pero ha merecido la pena", explica Ortiz en su publicación. En ella también hay fotos de las jugadoras cubanas ya con sus botas.

Malena tiene una gemela, Samara. Eran parte del Club Deportivo Tacón, equipo que después se convertiría en el Real Madrid Femenino. La primera es lateral y la segunda, mediocentro. Desde muy pequeñas se aficionaron al fútbol y entraron en la cantera del Rayo Vallecano. Después darían el paso al conjunto ya extinto. La defensa estudia Ciencias Ambientales, mientras que la que juega en la medular termina sus estudios de Nutrición. Ese verano separaron sus caminos cuando la zaguera ponía rumbo al Brondby danés.

Su lesión

Malena era la capitana del Tacón y, en su primera temporada como jugadora del Real Madrid, se llevó un revés muy grande. Se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, esa lesión que tanto atormenta al fútbol femenino. Todavía no ha podido volver de ese revés, pero ya trabaja sobre el césped de Valdebebas ultimando su recuperación. Solo había podido jugar dos partidos, por lo que estaba siendo un inicio de carrera en el conjunto merengue difícil.

A pesar de todo eso, la jugadora renovó este verano. "Agradecida e ilusionada de seguir vistiendo esta camiseta. Gracias al Real Madrid por el apoyo, la confianza y el nivel de compromiso demostrado en todo momento. Estoy con muchísimas ganas y trabajando al máximo para volver a competir cuanto antes", publicó en Twitter. Espera recuperarse pronto y poder demostrar sobre el césped que tiene el nivel para jugar con la camiseta blanca. Su corazón ya ha dejado claro que es muy grande.

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