Enfado mayúsculo en el Real Madrid Femenino por la acción que cambió su duelo ante el FC Barcelona. El Clásico de la Champions League sonreía al equipo entrenado por Alberto Toril, pero una polémica acción arbitral nada más reanudarse la segunda mitad lo cambió todo. Olga Carmona intentó despejar un balón, tocó ligeramente a Hansen y la colegiada, tras revisar el VAR, decidió señalar pena máxima.
La decisión de la árbitro tardó en llegar varios minutos. Y es que fue incluso a revisar la pantalla para ver la acción de forma minuciosa. Tras varias tomas en las que apreció el contacto, no dudó en pitar un penalti que trastocó los planes del Real Madrid. Con más de media hora por delante, el Barcelona se vio sin la necesidad de atacar de forma tan agresiva.
La jugada se produjo en el minuto 48 de partido. Poco después de salir de vestuarios y con el Real Madrid implicándose en defensa. Un centro a la olla lo fue a despejar Olga Carmona. La atacante del Barça, Hansen, no llegó a controlar y perdió el esférico. Sin embargo, la jugadora merengue tocó lo suficiente a Hansen como para que esta se fuera al suelo. Las culés reclamaron penalti y el videoarbitraje acabó favoreciéndolas.
El enfado en el Real Madrid fue notable. Especialmente porque eran conscientes de que esa jugada lo cambiaba todo. El Barça no perdonó y Alexia Putellas puso el 1-1 con toda la segunda mitad todavía por disputar. Ese tanto tuvo una rápida reacción merengue, pero a largo plazo afectó a la moral madridista.
El conjunto de Alberto Toril no logró ver puerta ninguna vez más y el Barça, en el tramo final, consiguió darle la vuelta al partido de forma definitiva. Primero con Pina y en última instancia de nuevo con Putellas, el FC Barcelona se hizo con un 1-3 que deja el partido de vuelta de los cuartos de final muy encarrilado para las actuales campeonas del torneo.
Un Camp Nou histórico
El duelo de vuelta se jugará en el estadio del FC Barcelona. Un encuentro que, por ende, será histórico. Ya no solo por ser una eliminatoria entre las dos entidades más prestigiosas del fútbol nacional masculino y que ahora se ven las caras en el femenino, sino porque está previsto que haya récord del mundo de espectadores.
El Barcelona ha vendido todas las entradas y las restricciones sanitarias ya han desaparecido de los terrenos de juego. Por lo tanto, si nada sale mal, la intención es que haya cerca de más de 90.000 personas por primera vez viendo un partido de fútbol femenino. Será en España, será en Barcelona y será gracias a la atracción que genera entre los aficionados un duelo entre dos clubes históricos. El Madrid no lo tendrá fácil para remontar, pero en caso de hacerlo será la mayor proeza de su sección.
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