Una de las sensaciones de los últimos partidos que ha disputado el Real Madrid se llama Mateo Kovacic. El mediocentro croata, que llegó la pasada temporada, pasó su primer año mirado con lupa y siendo medido en todo momento por su rendimiento. Este año, en cambio, está siendo mucho más regular y está haciendo disfrutar de un gran fútbol.
Entre otras, una de las características que definen a Mateo Kovacic es su fe en la religión. Como cuenta él mismo, la fe le llevó a recuperarse de una lesión complicada en el 2009, además de compaginar su profesión como futbolista cuando aún militaba en el Dinamo de Zagreb con ser monaguillo. El resto de compañeros, además, afirman que es una persona que reza mucho.
Sabiendo esto se entiende entonces el hecho de que Mateo Kovacic lleve en la espinillera una estampa de San Antonio de Padua, y un mensaje religioso en la otra. El croata sigue trabajando en el Real Madrid ayudado por su fe y por un Luka Modric que se ha convertido en el mejor maestro para el mediocentro.