Al contrario de lo que sucediera con el Deportivo-Betis, el Celta-Real Madrid de este próximo domingo no corre riesgo de suspensión. Considerando que no existe peligro para los futbolistas ni espectadores –el viento no supera los 40 km/h-, el partido se disputará tal y como estaba previsto.
No obstante, las fuertes lluvias, como se viera en el partido de Copa del Rey frente al Alavés, han provocado que el estado del césped sea lamentable, algo que preocupa en el equipo de Zidane, pues el riesgo de sufrir lesiones aumenta considerablemente.