Mateo Kovacic volverá a hacer de Luka Modric en el centro del campo del Real Madrid para medirse a Osasuna el próximo sábado en Pamplona. Un partido marcado a fuego en el calendario del equipo blanco, siendo una de las primera finales que tendrá la plantilla de Zinedine Zidane en el presente mes de febrero.
El jugador croata está desempeñando de la mejor manera posible el papel que dejó vacante con su lesión Modric, una baja que a pesar de no haber llegado a las tres semanas de duración, ha servido para demostrar la clase y calidad que atesora Kovacic en sus botas. Conducción y velocidad en estado puro, uno de los jugadores en mejor forma física de todo el equipo y sin lugar a dudas, el centrocampista de futuro del Real Madrid.
Con tan solo 22 años, el croata se está convirtiendo en una pieza fundamental en el esquema de Zidane, ya que a pesar de ser suplente, responde a la perfección cuando entra en el once inicial del entrenador francés, permitiendo las necesarias rotaciones de los hombres del centro del campo, y acompañando con asistencias y goles el derroche físico que realiza en cada partido,