El Real Madrid quiere un nuevo portero para la próxima temporada y en estos momentos solo está barajando dos nombres: De Gea y Courtois. Los dos exatléticos, por uno u otro motivo, conforman la lista de objetivos del club blanco ya que Keylor Navas no está mostrando el mismo nivel que el pasado curso. Zidane está contento con el costarricense pero tanto en la entidad madrileña como dentro de la propia plantilla se tienen muchas dudas con el guardameta. Es por ello que la maquinaria blanca ha comenzado a funcionar pensando ya en el verano.
DE GEA: EL VIEJO SUEÑO INCUMPLIDO
De Gea sigue siendo el deseado por el Real Madrid. El internacional español no está actualmente bajo los palos del Bernabéu solo por aquel extraño 31 de agosto de 2015 en el que la documentación no se presentó a tiempo. El portero renovó después con el Manchester United, pero se incluyó una cláusula de salida hacia la capital de España. Su intención sigue siendo la de regresar a La Liga y jugar en el actual campeón de Europa. El mayor escollo será en esta ocasión José Mourinho. El técnico luso no quiere dejar marchar a una de sus máximas estrellas y hará todo lo posible para retener a su guardameta titular en Old Trafford. La operación no será sencilla, aunque ni mucho menos se esperará hasta el mes de agosto para afrontarla. De Gea en esta ocasión no hará declaraciones y se mantendrá más al margen del foco público aunque su idea no haya cambiado en este tiempo.
COURTOIS: LA OPCIÓN MÁS FÁCIL Y ECONÓMICA
Courtois es el segundo y el último de la lista. El belga está a tiro del Real Madrid. No ha renovado con el Chelsea, termina contrato en 2019, y sería una opción mucho más económica para el club blanco. Su hija reside en la capital madrileña y el portero quiere estar cerca de ella. En los últimos meses son varias las veces que se ha ofrecido a la entidad presidida por Florentino Pérez. No es una opción descartada y, aunque está a la sombra de De Gea, también está siendo estudiada al detalle. Si el Manchester United cerrara la puerta, el Madrid llamaría a la del Chelsea. Esta vez el plan B no solo sirve para presionar sino como una garantía tras lo vivido en el verano de 2015.