Keylor Navas quiso dio un puñetazo encima de la mesa ante Osasuna en uno de los encuentros más difíciles que tenía el Real Madrid por delante en el calendario del presente mes de febrero. Un partido donde el portero costarricense volvió a salvar al equipo blanco en acciones puntuales donde el conjunto navarro pudo haberse adelantado en el marcador tras el empate de Sergio León.
Sin embargo, la pantera volvió a brillar con luz propia en El Sadar, uno de los campos que peor se le han dado al Real Madrid históricamente, ganando dos partidos de los últimos siete en Navarra. Pero pese a ello, Keylor quiso romper las estadísticas para sumar tres puntos más a la clasificación y mantener a raya al Barcelona, que con dos partidos más que el equipo blanco, se sitúa en la cuarta posición de la tabla clasificatoria.