Volvía la Champions League y Zinedine Zidane hacía una vez más de las suyas con el once titular. Cuando todas las apuestas iban en dirección de la titularidad de Lucas Vázquez o Isco, el técnico francés se sacó un as de la manga, el mediapunta cafetero.
James Rodríguez regresaba a un once titular y nada menos que en la máxima competición continental, un reto complicado, ante un Nápoles que no perdía desde octubre. Pero desde el primer momento se vio al colombiano enchufado y con ganas de demostrar que es un futbolista que nació para las grandes citas.
Verticalidad, pases entre líneas... todo un arsenal de calidad para el disfrute de Cristiano y Benzema, pero también para el del propio Zizou y, sobre todo, el del Santiago Bernabéu. La notable actuación de James fue reconocida por la afición merengue, que no dudó en ovacionarle cuando fue sustituido por Lucas en la segunda mitad. De continuar a este nivel o yendo a más, Zidane tendrá muy complicado no ponerle en el once.
Además, el '10' blanco dejó claro en zona mixta que quiere quedarse en el Real Madrid. Lejos de las dudas que dejó en otros encuentros con la prensa, James sentenció que seguro que se queda en el Madrid, su sueño.