Bale vuelve a entrar en la lista de convocados 88 días después de que se retirara lesionado del José Alvalade, en partido de Champions frente al Sporting de Portugal. En su ausencia, el Real Madrid se ha tenido que enfrentar a diversas situaciones que en algunos casos han puesto en duda el juego del equipo.
Poco después de su lesión, los blancos tuvieron que disputar el Mundial de Clubes, torneo que consiguieron levantar pero que puso en serias dudas su juego, sobre todo en una final en la que tuvieron que acudir a la prórroga. El Kashima Antlers consiguió colocarse con 2-1 en el marcador y fue Ronaldo, en los minutos finales quien consiguió anotar un hat-trick que daba la victoria a su equipo.
Ya empezado el 2017, el Madrid tuvo que hacer frente a un mes de enero mortal. Logró eliminar al Sevilla en Copa pero perdió ante los de Sampaoli en Liga, acabando así la racha de 40 partidos sin perder. Más tarde, no pudieron superar al Celta y cayeron eliminados en cuartos, e incluso vieron cómo se suspendía el partido en Balaídos de Liga que les dejaba con dos partidos menos en la clasificación.
La ausencia de Bale, así como la de Marcelo, Carvajal o Modric han llevado a Zidane a tener que cambiar el sistema en muchas ocasiones. Del 4-3-3 clásico se pasó a un 4-4-2, pero en varios partidos, como Osasuna o Sevilla, el técnico galo probó una nueva alternativa con tres centrales y los laterales como carrileros. Aunque no terminó de funcionar, Zidane ha demostrado saber adaptarse a las necesidades del equipo y ser capaz de sacar lo mejor de su plantilla en los momentos más complicados.