Zinedine Zidane ya ha dejado claro en varias ocasiones que no se casa con nadie y que los 24 jugadores del Real Madrid son importantes y decisivos, y contra el Espanyol lo ha vuelto a demostrar. El conjunto blanco consiguió la victoria liguera con un once que no es el de gala, pero que responde; y es que el galo ha logrado tener a todos sus jugadores enchufados.
A pesar de que el encuentro contra los de Quique Flores era uno de esos partidos que podían decidir el liderato del campeonato liguero, el técnico blanco decidió dar descanso a jugadores como Benzema o Keylor Navas y apostar como titulares por los 'suplentes' del Real Madrid: Álvaro Morata, Kiko Casilla o Pepe, quienes respondieron con creces.
El delantero apareció y volvió a ser decisivo con el primer gol del encuentro. El pasado viernes Zidane dijo en rueda de prensa que quería que Morata se quedara en el Madrid la próxima temporada y este ha respondido a la confianza del técnico blanco con un gol y un buen rendimiento durante el partido. Lo mismo ocurrió con Pepe. Zidane, a pesar de que acaba de salir de una lesión, decidió confiar en el luso y sacarle desde el inicio por las molestias de Ramos, y el portugués cumplió a la perfección.
Kovacic, Nacho o Lucas Vázquez también volvieron a ser parte del once titular, jugadores que a comienzo de temporada no se esperaba que fueran a jugar tantos minutos. Todos ellos han sido decisivos para el equipo y es que, de los 106 goles que ha marcado el Real Madrid, 41 de ellos los han anotado los suplentes. Pero ahí no termina la cosa, han aportado 37 asistencias frente a las 51 del equipo titular. Es decir, el Madrid de los suplentes ha anotado el 39,9% de los goles y han dado el 42,1% de las asistencias.
El método de Zidane surge efecto. Su plan de rotaciones y su confianza plena en los 24 jugadores hacen que todos ellos muestren su máximo potencial y rendimiento cada vez que tienen la oportunidad de jugar unos minutos con la camiseta blanca.