Las visitas a Mestalla siempre se han caracterizado por la importancia y significado del encuentro. El Real Madrid nunca ha sido bien recibido por los aficionados del Valencia, un público que se echa encima del equipo contrario en los partidos más difíciles e intenta ser el jugador número doce en el encuentro.
Mestalla siempre ha condicionado mucho el desarrollo del partido en el terreno de juego, tanto a favor de su equipo, como en contra de su club. Sin embargo, el estadio valencianista nunca ha sido uno de los campos favoritos por el equipo blanco ni mucho menos, un campo donde, tan solo con José Mourinho, ha conseguido vencer por más de dos goles de diferencia en los últimos cinco años. Una estadística que resume de la mejor manera la dificultad del choque.
De la misma forma, el Real Madrid no ha tenido suerte con los arbitrajes. El equipo blanco ha visto un total de tres cartulinas rojas en sus últimos cuatro partidos en Mestalla, una cifra curiosa teniendo en cuenta la intensidad con la que ambos conjuntos plantean el encuentro, sin embargo, tan solo el conjunto madridista ha sido castigado con las expulsiones.