Isco Alarcón hará frente este miércoles a los fantasmas de su pasado justo en el momento en el que su futuro apunta a una salida del Real Madrid. Los de Zidane visitan Mestalla para enfrentarse al Valencia, club donde el malagueño se formó y debutó en la élite del fútbol español.
Ahora que su futuro está en boca de todos, el feudo ché recibe a un futbolista que deslumbró en la cantera del Valencia pero que terminó abandonando el barco ante la falta de oportunidades. Isco dio sus primeras patadas a un balón en el equipo de su pueblo natal, Benalmádena, y tras un breve paso por el Atlético Benamiel CF poco tardaría en llamar la atención de los grandes equipos del país.
Ahí aparece en escena el Valencia que se llevó a Isco para que formara parte de sus categorías inferiores con tan solo 14 años. Con su desparpajo habitual, fue llamando la atención de todos los técnicos y en 2009, con 17 años, fue ascendido al Valencia Mestalla, filial ché.
Poco tardaría en derribar la puerta del primer equipo y debutaría una temporada después de la mano de Unai Emery en la Copa del Rey. Intercalando sus apariciones con el filial, sería uno de los pilares del ascenso del Valencia Mestalla a Segunda División B junto a Paco Alcácer, entre otros. Isco era la máxima perla de la cantera valencianista pero nunca llegó a contar con todas las oportunidades que merecía.
Su desencanto fue en aumento y en el momento de sentarse a negociar su renovación la rechazó. Quería más minutos y un salario acorde con su categoría. Ese mismo verano, el de 2011, abandonaría el club valenciano para firmar con el Málaga que hizo efectiva la cláusula de rescisión del futbolista.
Su salida en aquel entonces guarda muchas similitudes con su actual situación en el Real Madrid. El jugador quiere minutos y está dispuesto a buscarlos fuera del conjunto merengue. La renovación está en el aire y, al igual que hizo en 2011, está decidido a rechazarla.