El polémico encuentro del pasado domingo entre el Real Madrid y el Villarreal en Liga ha vuelto a abrir una brecha que muestra el distanciamiento que existe entre los dos equipos enfrentados. Fueron las declaraciones de Fernando Roig -presidente del Villarreal- las que indignaron a la entidad blanca, que, a pesar de no haber hecho declaraciones, no está sorprendida por lo sucedido.
No es la primera vez que entre los blancos y los amarillos surge la polémica, y es que las tensas relaciones comenzaron la campaña pasada cuando el Real Madrid fue eliminado de la Copa del Rey contra el Cádiz por alineación indebida de Cheryshev. El futbolista, que había jugado cedido la campaña anterior en el Villarreal, arrastraba una sanción que no le había sido comunicada personalmente por el club amarillo. El Real Madrid pidió explicaciones a Fernando Roig, quien se lavó las manos y afirmó no tener ninguna notificación de la RFEF. Al final, a los blancos les desestimaron todos los recursos y no pudieron optar al título copero.
Tras el caso Cheryshev, ambos equipos solo han mantenido el contacto el pasado mercado de verano para cerrar el acuerdo por el jugador. Ahora, el Real Madrid espera que el Comité de Competición resuelva lo ocurrido el pasado domingo mientras la plantilla se centra en el partido de Liga contra Las Palmas.