El partido entre el Real Madrid y Las Palmas estuvo marcado por la locura, sobre todo en la segunda mitad. Al equipo de Zidane le condenaron los errores individuales y una actuación colectiva gris. Entre todos los fallos de los blancos, destacan los de Gareth Bale, Sergio Ramos y Keylor Navas. Estos tres jugadores son los que suspendieron en el miércoles de ceniza del Bernabéu.
EL CRUCE DE CABLES DE BALE
El galés dejó al Real Madrid con un hombre menos durante toda la segunda parte y con 1-1 en el marcador. Su expulsión fue determinante para lo que pasó después, aunque no fue el único culpable. Perdió los nervios en el peor momento posible y cuando más le necesitaba su equipo. Su patada y posterior empujón a Jonathan Viera no tienen justificación alguna. Bale debe ser uno de los grandes líderes del equipo de Zidane y no puede cometer locuras como la realizada ante Las Palmas. La jerarquía no solo pasa por meter goles, sino también por no dejar vendidos a tus compañeros y obligarles a un esfuerzo extra.
LA NOCHE NEGRA DE SERGIO RAMOS
Falló en el gol de Tana y regaló un penalti sin venir a cuento por manos claras. Dos acciones claves en las que el capitán blanco no estuvo nada acertado. En los últimos partidos no ha estado a su nivel habitual y ha intercalados errores con buenas actuaciones. El Real Madrid necesita al mejor Sergio Ramos en la parte clave de la temporada. El nivel defensivo será clave en La Liga, pero sobre todo en Champions. Debe demostrar sus galones.
LA CANTADA DE KEYLOR NAVAS
El problema del guardameta esta temporada radica en que no realiza milagros y sí errores grotescos. Ante Las Palmas volvió a fallar como ante Dortmund, Sevilla, Nápoles y Valencia. Cinco partidos en los que el Real Madrid no ha tenido al Keylor Navas de la pasada temporada. No está a su nivel y, aunque salvó a los blancos tras el 1-3, últimamente siempre deja una cantada para el recuerdo. Salida a ninguna parte y Boateng que marcó con toda la tranquilidad del mundo. El Bernabéu, su gran defensor los últimos años, se cansó y pitó al costarricense. Su futuro está lejos de la capital de España y si quiere remediarlo deberá recuperar su mejor nivel