Zinedine Zidane apostó por un once poco habitual en Ipurua y se llevó una grata sorpresa. El 1-4 en el marcador favorable al Real Madrid hizo que jugadores con falta de minutos como James y Asensio destacaran en un Madrid que estuvo a gusto desde el inicio del juego.
James volvió a demostrar que existen pocas zurdas en el mundo como la suya. El cafetero colocó un balón medido a balón parado para que Benzema hiciese el 0-2, encargándose él mismo de firmar el tercero en el encuentro y su segundo de la temporada en la competición doméstica con un envío de su compañero.
Ante Osasuna fue suplente, contra el Espanyol no jugó y en Valencia fue titular sin apenas destacar en el terreno de juego y ante Las Palmas salió veinte minutos. El colombiano mostró su mejor versión ante el Eibar logrando así dar un puñetazo encima de la mesa en cuanto a los pocos minutos disputados en lo que va de temporada.
Después del encuentro, el madridista atendió a los medios resaltando la unidad del equipo y para nada menospreciando las bajas de sus compañeros. El partido en Ipurua era una prueba de fuego para el futbolista que cumplió con creces. Sin duda Zidane tendrá en cuenta la gran actuación del mediapunta de cara a los próximos partidos.