Si algo ha dejado claro Zidane esta temporada es que cuenta con todos sus futbolistas. El técnico galo ha demostrado que las rotaciones son tremendamente importantes en su filosofía, y las va a llevar a cabo hasta el último de los encuentros de la temporada. Ante el Eibar, y con el Nápoles en el horizonte, no podía ser de otra manera, y el plan le salió redondo.
El francés dejó en el banquillo a hombres tan importantes en el once como Kroos, Marcelo o Carvajal, y el equipo no se resintió. Es más, no solo no lo notó, sino que tuvo la mejor actuación de los últimos encuentros disputados. Los Danilo, Nacho o Asensio cumplieron con creces y no dieron ni una sola oportunidad al rival en Ipurua, que vio cómo a los 30 minutos de juego ya perdía por 0-3.
Además, el resultado tan abultado le permitió cambiar a dos de sus hombres clave en el encuentro, Modric, que acabó ovacionado por la afición rival, y Benzema, que resurgió de sus cenizas con dos goles y una asistencia. De esta manera, y junto a los descansos de Cristiano Ronaldo y de Bale, obligado por sanción, Zidane ha conseguido que la gran mayoría de su equipo titular llegue descansado al trascendental partido en Nápoles.