Con un 4-0 a favor llegaba el PSG a la ciudad condal. El barcelonismo se aferra al espíritu de remontada y épica, tan madridista, pero el Barcelona siempre cuenta a su favor con un as en la manga: el favor arbitral. En la vuelta de los octavos de final de la Champions League no ha tardado en hacer presencia esta premisa.

Pese al gol inicial de Luis Suárez que hacía creer en la remontada, la polémica llegó con un clara mano de Mascherano dentro del área azulgrana que el árbitro no ha pitado a favor del Paris Saint-Germain. El espectáculo ha comenzado, primer penalti perdonado.

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