Abonados a las remontadas

El equipo de Zidane tiene cosas en común con el que hace diez años entrenaba Fabio Capello. Aquel conjunto de hace una década era especialista en conseguir gestas épicas para acabar remontadas de infarto para la afición. Incluso el partido que dio el título de Liga a los merengues tuvo que ser levantado tras un mal inicio. El técnico galo pareció aprender mucho de esta filosofía del entrenador italiano y este año ya han sido ocho encuentros en los que el líder comenzaba perdiendo, pero como forma de vida acababan rescatando puntos.

CUATRO VICTORIAS, CUATRO EMPATES

Hasta cuatro victorias se han conseguido tras comenzar perdiendo.En Mendizorroza los blancos empezaban perdiendo, pero sólo fue un pequeño susto para finalizar goleando al Alavés por 1-4. Contra el Deportivo en el feudo blanco se vivió una noche mágica, los gallegos estuvieron a punto de romper la racha de imbatibilidad del equipo de Zidane, pero dos goles en los últimos minutos sellaron la victoria local por 3-2. Más difícil se antojaba con el Villarreal llegando a perder de dos goles en la segunda parte que finalmente acabó con otra gesta y la victoria por 2-3. El último partido contra el Real Betis volvía a comenzar con el equipo visitante por delante en el marcador aunque acabaría siendo victoria por la mínima para el el conjunto de la capital. 

También hay cuatro partidos que finalizaron en empate después de estar contra las cuerdas, pero aparecieron los minutos mágicos, los minutos del Real Madrid. Uno de ellos fue el partido contra el submarino amarillo en casa, ocurriendo lo mismo frente a los armeros. El empate in extremis de Ramos en el Camp Nou y el partido más reciente con dos goles al final frente a Las Palmas en el Bernabéu para acabar con empate a tres.

ESPÍRITU CAPELLO

Diez años más tarde de aquella Liga que tantas alegrías devolvió a la entidad blanca, los de Zidane parecen recuperar el amor por remontar los partidos. Los aficionados blancos sufren menos aunque el equipo comience perdiendo, esto comienza a ser rutina. Una Liga que de teñirse de color blanco sabrá tan bien como la de hace una década, pero esta vez con las remontadas de Zizou.