Guardiola sin el Barça es un entrenador del montón. Al menos eso ha demostrado en sus temporadas lejos del Camp Nou, donde ha sido incapaz de imponer su estilo y lo más cerca que ha estado de una final de Champions ha sido llegar a semifinales. Tras marcharse del Bayern sin lograr el máximo trofeo europeo de clubes, Guardiola cierra su primer año en el Etihad cayendo en octavos frente al Monaco.
El de Sampedor ha tenido todas las facilidades a la hora de crear su plantilla, ya que los jeques del City no han escatimado recursos y no han dudado en gastarse 200 millones entre Sané, Claudio Bravo, Stones, Nolito o Gündogan. A pesar de ello, Guardiola acaba con su mentira en octavos y con la Premier como un objetivo bastante lejano, ya que se encuentra a diez puntos del Chelsea, máximo aspirante a alzarse con el título de campeón.