El Real Madrid ya está en Bilbao. El conjunto blanco jugará el sábado en La Catedral, la que se antoja como la visita más complicada de lo que resta en la calendario. En frente estará el Athletic, un equipo competitivo y que en casa siempre planta cara a sus rivales. Los aficionados blancos no han querido dejar solos a los jugadores y no han dudado en acercarse al hotel en el que se hospedará el conjunto de Zidane.
Unos 300 aficionados han esperado a sus ídolos, recibiendo saludos y autógrafos de los jugadores. Un encuentro que tiene máxima importancia para el equipo merengue, si quiere seguir como líder sólido de La Liga. También viajó con la expedición blanca el filial, que jugará el domingo en Lezama contra el filial del Athletic.