Compromiso y sacrificio. Dos adjetivos que definen a la perfección a Sergio Ramos y más con el último gesto del camero. El capitán madridista fue ingresado el pasado jueves en la Clínicas Sanitas de Madrid por unos problemas estomacales que apenas le habían dejado entrenarse durante la semana. Tuvo incluso que ser tratado con suero en vena, como informa MARCA.
Sin embargo, el capitán blanco conocedor de las lesiones de Pepe y Raphael Varane ha dado una nueva lección de coraje al disputar, tan solo 48 horas después de estar hospitalizado un choque tan duro como el de San Mamés. Además, el español ha cuajado un buen partido en defensa maniatando a Aduriz y se ha sumado a las jugadas ofensivas a balón parado, estando a punto de marcar.