Antes del parón de selecciones, saltaban las alarmas en torno al Real Madrid de cara al temido Virus FIFA. Tan solo ocho jugadores de la primera plantilla se quedaban en Valdebebas y 16 abandonaban la capital. Cuantos más jugadores marchan, más probabilidades de que alguno vuelva roto, y no sería la primera vez que esto sucede y arruina los planes merengues. En el club y en el madridismo se cruzaban los dedos al inicio de cada encuentro internacional para que ninguno de los blancos sufriera percances.
Afortunadamente, el parón ha pasado y no hay que lamentar ninguna baja. No hay antídoto que haya llegado más a tiempo, pues el mes de abril que afronta el Real Madrid es el más complicado de toda la temporada. Con compromisos vitales en los que los títulos están en juego, Zidane no podía permitirse ninguna ausencia.
Bale y Modric regresaron los primeros a Valdebebas, a donde poco a poco se han ido incorporando el resto de internacionales. Varane, que no marchó con Francia para seguir recuperándose de la lesión, parece estar a punto para afrontar lo que viene. Junto con Benzema, Lucas, Coentrao, Danilo, Mariano, Casilla y Yáñez, aprovecharon la semana para ponerse a punto y preparar un mes en donde previsiblemente las oportunidades van a ser repartidas.
El milagro y la paradoja ha sido Pepe, que se marchó con molestias y sin haber podido entrar en las últimas convocatorias y, sin embargo, vuelve habiendo jugado sin problemas y en perfectas condiciones. El único susto lo dio James con dolores en el hombro, pero jugó el segundo encuentro al cien por cien y despejó cualquier duda sobre su estado físico.
El temido Virus FIFA ha sido neutralizado. Solo queda por ver que los kilómetros y los minutos acumulados en las piernas no sean un síntoma. La primera prueba, este domingo en el Bernabéu ante el Alavés. Habiendo tenido pocos días de preparación con toda la plantilla, será la vuelta al rodaje para un abril decisivo.