El brasileño protagonizó una de las imágenes de la jornada. Tras acabar el partido de 0-4 ante el Granada, Casemiro se dispuso a hablar a pie de campo con un periodista. Todo iba como habitualmente, hasta que un pequeño aficionado interrumpió la entrevista para pedirle la camiseta.
El centrocampista, en un acto de humildad y cercanía, volvió a demostrar de la pasta que está hecha. Además de ser un gran jugador, también es una gran persona. Sin dudarlo ni un segundo, Casemiro le pidió a la seguridad del estadio que dejase al chaval, y al concluir la entrevista, este le dio la camiseta para la alegría del chico.