En el partido ante el Celta de Vigo, Zidane decidió cambiar a Casemiro cuando el partido se empezó a calentar. El Madrid tenía los tres puntos en su mano y el técnico decidió no arriesgar con el brasileño, que ya tenía una amarilla. Lo cierto es que esa cartulina fue fruto de una acción tonta por parte del centrocampista blanco, llegó tarde y era totalmente innecesaria. No tuvo mayores consecuencias, pero fue una clara ocasión desde la frontal del área que detuvo Keylor.
Casemiro se jugó la expulsión después en algún lance, pero estuvo correcto. Muchos son los que critican al brasileño de perder la cabeza por una excesiva emoción o nerviosismo. En El Clásico, por ejemplo, una amarilla en los primeros compases del encuentro condicionó el resto del mismo. Las críticas le llueven al jugador merengue, acusándole de poner el constante peligro a los blancos.
Sin embargo, la mejor respuesta a dichos ataques no es otra que sus números. En 101 partidos con el Real Madrid nunca ha sido expulsado. Algo así no es una casualidad. Casemiro sabe muy bien dónde está y cómo se está disputando cada encuentro. Su juego no busca ser agresivo, y ya lo ha repetido en más de una ocasión. El hecho de no haber visto nunca una roja habla por sí solo. El brasileño sabe reconocer sus fallos y sus amarillas tontas, como la del miércoles ante el Celta, pero cuida muy bien la estabilidad blanca y sabe que no puede dejar a los suyos con diez y, de hecho, nunca ha pasado. Quizá tiene más cabeza de los que muchos se piensan y comentan y fue él mismo el encargado de recordarlo en zona mixta.
Golazo de Casemiro en el entrenamiento del 1/04/17 by footbie.com