En Barcelona están de capa caída. Aunque ante el Eibar lograran dejar el marcador a su favor en el Camp Nou en la última jornada, pese a que la actuación del equipo azulgrana dejó mucho que desear en el terreno de juego.  

Lo que sentó aún peor en el conjunto catalán fue que su mayor rival ganara La Liga. El Real Madrid logró el título que tanto ansiaba desde que empezó la temporada y ya va camino del doblete. El Barça, por su parte, no puede presumir de lo mismo pues en la competición doméstica, a pesar de que se veían como claros vencedores, quedaron a tres puntos de los blancos. Tampoco estarán en la Champions League en Cardiff, pues el conjunto merengue es quien vuelve a quedar clasificado para disputar la final ante la Juventus.

Por todos estos motivos, sumado al adiós de Luis Enrique -quien probablemente no haya aguantado no ganar ninguna de las dos competiciones más importantes-, si el Barcelona gana la Copa del Rey contra el Alavés en el Calderón, no habrá ninguna celebración especial. Esto mismo se repitió en el último año de Guardiola en el que tampoco ganaron ni una cosa ni la otra. En caso de alguna fiesta sería en el mismo estadio rojiblanco y luego los jugadores regresarían a sus casas.

Habrá sido difícil de digerir para todos los aficionados y la plantilla culé ver cómo los de Zidane levantaban su liga número 33. Algo que probablemente volverán a repetir en Cardiff, esta vez con La Orejona.

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