Gareth Bale ya tiene en su cabeza la próxima temporada. A tan solo unos días de volver al trabajo, el galés afronta su quinta temporada en el Real Madrid. Echando la vista atrás, ha conquistado tres Champions League y es un hombre fundamental en un equipo de leyenda, sin embargo, la sensación que reina es que, sin las lesiones, su protagonismo podría haber sido mucho mayor.
Lleva casi un lustro de blanco y ya ha dejado varios recuerdos para la historia del Madrid. Es un futbolista en el cual se le tiene una confianza brutal y en algunos momentos ha sido el líder del equipo -sobre todo cuando Cristiano no ha estado disponible-. Con Benítez fue el hombre clave y con Zidane empezó la temporada pasada como un tiro hasta que se vio frenado por las lesiones. A partir de ahí vivió casi un calvario con recaídas y sin poder ser titular en la final de la Champions que se disputó en su ciudad natal.
PENDIENTE DE CRISTIANO
Llega el momento de Bale. Con las vueltas que ha dado el futuro de Cristiano es muy difícil si saber a ciencia cierta si le pasará factura al portugués a lo largo de la temporada. Si se marchara, queda claro que Bale asumirá su papel, mientras que si se queda -como parece que será finalmente-, el Expreso de Gales seguirá siendo un hombre indispensable para Zidane y seguirá asumiendo más y más galones como ha venido haciendo durante su trayectoria en el Real Madrid.
Una de las claves será la pretemporada. El jugador llega recuperado al cien por cien de su última lesión y las semanas de preparación le permitirán llegar enchufado al inicio de temporada y con un riesgo de lesión menor al de la campaña pasada donde la Eurocopa le privó de una pretemporada en condiciones.
UN LUSTRO DE BALE
Quinto año de Bale como madridista que amenaza con eclosionar y alzarse definitivamente como uno de los tres mejores jugadores del mundo. Cualidades tiene de sobra y, únicamente, las lesiones le han alejado de su mejor nivel, además, está en el cenit de su carrera profesional.
Carvajal y Bale en el entrenamiento by footbie.com