James Rodríguez llegó al Real Madrid en el verano de 2014. En su primera temporada en el club blanco, la revelación del Mundial de Brasil brilló con luz propia y muchos ya le veían como el sucesor de Cristiano y Messi como futuro rey del Balón de Oro. Con Carlo Ancelotti en el banquillo madridista, James firmó sus mejores actuaciones con el equipo merengue. 

A sus órdenes disputó 46 encuentros, repartidos en 3.526 minutos. En estos partidos marcó 17 goles y repartió 18 asistencias. Números que invitaban a la afición a soñar con su nueva estrella. Sin embargo, a partir del verano de 2015 comenzó el principio del fin para el mediapunta cafetero. Con la salida del entrenador italiano y la llegada de Rafa Benítez, se dio inicio a la particular pesadilla del colombiano.

NO SE GANÓ LA CONFIANZA DE ZIDANE

El nuevo jugador del Bayern Múnich continuó sin encontrar su sitio cuando en enero de 2016 Zinedine Zidane era nombrado entrenador del primer equipo. Durante la temporada y media que estuvo a las órdenes del técnico francés, James jugó 54 partidos -en los que marcó 16 tantos y dio 17 pases de gol-, repartidos en 3.086 minutos. O lo que es lo mismo, el cafetero trabajó con Zizou durante medio año más, pero disputó 500 minutos más bajo el cobijo de Ancelotti, con quien ahora se reencuentra en el conjunto bávaro.

James se luce en el entrenamiento con una chilena by footbie.com