Zinedine Zidane tenía este verano ante sí un difícil reto, preparar al equipo para las dos Supercopas que debían jugar en el mes de agosto. El técnico galo, ayudado de su equipo, creo una planificación para llegar a tope a dichos encuentros, sin embargo, los resultados no acompañaban en los amistosos y algunas dudas comenzaron a crecer.
Pero, como apuntaron desde el dentro del equipo, los resultados no era lo más importante. El objetivo claro era coger la forma para el duelo ante el Manchester United y, posteriormente, frente al Barcelona, y el tiempo le ha dado la razón. Tanto en el torneo continental como en la ida de la competición nacional, el Real Madrid ha sido claramente superior a sus rivales, dando un golpe sobre la mesa.
REVANCHA TRAS LA PRETEMPORADA
Tanto el Manchester United como el Barcelona ya se vieron las caras con el Real Madrid en la pretemporada, en la International Champions Cup, y los resultados no fueron positivos para los blancos. Los diablos rojos consiguieron la victoria en los penaltis, mientras que los culés lograron el triunfo por 3-2 en el primer Clásico fuera de España en más de 30 años.
Sin embargo, a la hora de la verdad, los de Zidane han cumplido con lo esperado. Frente al equipo de Mourinho cuajaron un gran encuentro, en el primer duelo oficial de la temporada, siendo muy superior a los ingleses y llevándose su segunda Supercopa de Europa consecutiva. Pero lo mejor estaba por llegar. Este domingo, ante los de Valverde, dieron un auténtico baño que solo De Burgos Bengoetxea intentó arreglar a favor del Barça. Todavía queda el encuentor de vuelta, sin embargo, tras los dos primeros partidos oficiales de la temporada, el Real Madrid ha acabado con las dudas y ha dado un auténtico golpe en la mesa a nivel nacional y europeo.
Así fue la fiesta en el vestuario del Madrid tras ganar la Supercopa by footbie.com