El Barcelona tiene que echar cuentas para que le salgan los números este verano. A pesar de los 222 millones ingresados por Neymar, los culés están pagando auténticas millonadas por sus jugadores, lo que les obliga a vender a algunos jugadores. Uno de ellos será André Gomés, que tras un año en el Barça en el que no ha demostrado nada, se puede marchar y unirse a la lista de peores fichajes de la época moderna del club.

KEIRRISON

Keirrison es el ejemplo perfecto de lo que no se debe hacer en el mercado de fichajes. Fueron catorce millones que el cuadro azulgrana decidió tirar a la basura. Al delantero le pintaban como una de las grandes promesas de Brasil, pero nada más llegar a la Ciudad Condal se demostró que esa afirmación estaba muy lejos de la realidady encadenó cinco cesiones hasta acabar su contrato.

HENRIQUE

Un caso parecido al anterior. Henrique llegó al Barcelona como una joven promesa de futuro a cambio de diez millones. Sin embargo, Guardiola tuvo claro desde un primer momento que no le quería, por lo que no llegó ni a debutar con el equipo culé. También fue encadenando cesiones hasta desvincularse del Barça.

CHYGRYNSKIY

En la época de Guardiola, el técnico catalán estaba empeñado en reforzar la defensa. Para ello, decidió pedir a Chygrynskiy al club, solicitud que el Barça cumplió. 25 millones le costó pagó al Shaktar Donetsk por el zaguero, que solo estuvo una temporada y, tras un fracaso estrepitoso jugando quince partidos, le revendieron al conjunto ucraniano por quince millones.

VERMAELEN

20 millones pagó el Barcelona al Arsenal por Vermaelen, y lejos está de conseguir amortizarlos. El central belga fue fichado por Zubizarreta para solventar el eterno problema de los centrales, pero lejos estuvo de conseguirlo. Las lesiones han lastrado al zaguero, que no ha podido rendir en ningún momento al máximo nivel. El año pasado se marchó cedido a la Roma, donde tampoco triunfó. Este curso, Valverde debe decidir si cuenta con el jugador, pero no parece que el central entre en los planes.

DOUGLAS

El último gran fracaso del Barça. De nuevo Zubizarreta fue el encargado de ficharle, y de nuevo se equivocó. El lateral llegó con una opción de futuro, pero fue encadenando una ausencia con otra en las convocatorias. Muchos han sido los chistes sobre su envidiable palmarés pese a no jugar casi ningún minuto. Al igual que Vermaelen, el curso pasado se marchó cedido, al Sporting de Gijón, y este curso es Valverde el que decide, aunque todo apunta a que le buscarán una salida en los últimos días de mercado.

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