El Real Madrid visitaba este martes al APOEL con la posibilidad de cerrar la clasificación para los octavos de final. Pese a esta situación, Zidane decidió dar descanso a Isco y Casemiro y darle la titularidad a Asensio y Lucas Vázquez. Tanto el brasileño como, sobre todo, el malagueño llevaban a sus espaldas muchos partidos jugados, y el técnico francés decidió darles un respiro.

El de Nicosia fue el tercer partido de toda la temporada en el que Isco no tuvo ni un solo minuto. El andaluz se había perdido la vuelta de la Supercopa de España y el de Copa del Rey frente al Fuenlabrada. En el resto, ya fuera de titular o de suplente, siempre saltó al terreno de juego. Por ello, y con el exigente calendario que le espera al Madrid en diciembre, Zidane decidió dejarle todo el partido en el banquillo.

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El andaluz, salvo sorpresa mayúsucla, volverá a ser titular este sábado ante el Málaga, para descansar la próxima semana en la vuelta de dieciseisavos de Copa del Rey. Zidane tiene un plan claro para no fundir a Isco, que ya suma más de 1.300 minutos en sus piernas. Es el momento más en forma de la plantilla y no quiere cansarle antes de los duros encuentros que les esperan el próximo mes.

Para Zidane, Isco es, hoy por hoy, insustituible. Por ello, ante el Athletic de Bilbao, el Sevilla o el Barça será parte del once titular, además de en el Mundial de Clubes. Cinco o seis partidos, si llegan a la final del torneo mundialista, en los que el de Arroyo de la Miel volverá a contar con la confianza de su entrenador para ayudar al equipo a acabar el año de la mejor manera posible.

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