El derbi de Manchester dejó unas cuantas imágenes para el recuerdo. Más allá de lo deportivo -el City se llevó el partido por 2-1-, se vivió un duelo vibrante y cargado de tensión que, sin embargo, se desbordó en los vestuarios después del partido.

Todo empezó cuando Mourinho, que se dirigía a rueda de prensa, pasó por delante del vestuario del City y les recriminó su actitud pidiendo respeto aten su exagerada celebración del triunfo. Ederson respondió al portugués y a partir de ahí se lió. Mourinho fue bañado en agua y leche e incluso recibió un botellazo. Lukaku respondió lanzando una botella que dio en la cara de un miembro del cuerpo técnico del City. Insultos y escupitajos de por medio, al final la policía tuvo que intervenir para que el altercado no llegara a mayores.

Según informa El Larguero de SER, Mikel Arteta, integrante del cuerpo técnico de Guardiola, fue uno de los más afectados y acabó abandonando Old Trafford con una herida en la frente.

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