Todavía no ha dado comienzo el nuevo año, pero el Real Madrid echa a rodar este mismo fin de semana para preparar el primer partido del 2018, la ida de los octavos de final de la Copa del Rey contra el Numancia. Después de una semana de vacaciones -los jugadores han tenido siete días de descanso que comenzaron tras El Clásico frente al Barcelona, en el que cayeron por 0 a 3-, los blancos regresan al trabajo en Valdebebas con las pilas cargadas y con mucho trabajo por delante.

Además, este primer entrenamiento del segundo tramo de la temporada será especial, ya que el club blanco abre las puertas de la Ciudad Real Madrid para que los aficionados que se hayan hecho con una de las entradas que se pusieron a la venta -y se agotaron ese mismo día- el martes 26 de diciembre, puedan disfrutar de la sesión de trabajo de sus ídolos en directo.

UN 2018 INTENSO

Los próximos meses de la campaña serán cruciales para las aspiraciones del conjunto merengue tanto en la Copa del Rey como en la Champions League y también en La Liga. La competición copera es la única que aún no ha ganado Zidane desde que se hizo con los mandos del primer equipo en enero de 2016. Después de superar al Fuenlabrada, con susto incluido, el equipo blanco se enfrenta al Numancia. En la Liga de Campeones, el Madrid deberá medirse en febrero y marzo a una eliminatoria que bien podría haber sido la final del torneo. El PSG quiere hacer historia y para ello debe superar al actual campeón de Europa, mientras que los de Zizou anhelan la tercera Orejona consecutiva. Mientras que en La Liga, los blancos están a catorce puntos del líder, aunque con un partido menos. El objetivo es no pinchar más para poder recortar puntos siempre que sea posible.

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