Inmersos en la época de los 200 millones por un jugador, contratos astronómicos y un ficticio Fair Play Financiero que cumplen unos pocos, la FIFA ha decidido tomar cartas en el asunto y establecer un conjunto de modificaciones que restrinjan el mercado de fichajes para, de esta manera, lograr devolver al fútbol a un estado de cordura que parece haberse perdido hace tiempo.

Tal y como afirma L'Equipe, la FIFA estudiará un informe con 11 puntos dentro de los cuáles se encuentran: eliminar el mercado invernal -dejando al de verano como única opción para fichar, vender o ceder-, limitar las cesiones para evitar equipos "satélite" -conjuntos utilizados por equipos más poderosos que se nutren de jugadores cedidos por dichos equipos, que buscan con dichas cesiones la formación de esos jugadores para recuperarlos posteriormente-, la introducción de un tope salarial, cerrar la ventana de traspasos antes del inicio de la competición doméstica -la Premier League ya lo hará la próxima temporada- o controlar los réditos que obtienen los representantes y los intermediarios -agitadores del mercado por el beneficio que les reporta el fichaje de uno de sus futbolistas por otro equipo distinto-.

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