SITUACIÓN PARECIDA A LA DE BUTRAGUEÑO

"A mí me pasó algo parecido con Butragueño y también sufrí esos problemas. Tuve que despedir a una leyenda y además a un jugador que había sido compañero mío. Incluso de habitación".

A VECES HAY QUE TOMAR DECISIONES QUE NO AGRADAN

"Llega un momento en el que las cosas se terminan y aunque uno intenta alargar el camino de la leyenda pero el fútbol en esto es implacable y si uno quiere seguir siendo competitivo a veces tiene que seguir tomando decisiones que duelen tanto al público como al jugador".

HAY QUE SER IMPARCIAL

"Si uno respeta la amistad se le está faltando al respeto al mérito. Hay que tener sensibilidad pero es un momento competitivo terrible y hay que tomar decisiones dolorosas".

HAY QUE SER JUSTO Y RESPONSABLE

"La amistad se resiente, pero en mi caso no me siento culpable. Creo tener un gran sentido de la justicia y cuando llega el momento creo que es un acto de cobardía no estar a la altura de la responsabilidad".

BUTRAGUEÑO SE MOSTRÓ COMPRENSIVO

"Es difícil de explicar. Con Emilio llegó un momento en el que le dije que sabía que le estaba doliendo y que me gustaría que lo hablásemos comiendo para explicárselo a fondo, pero me dijo que no me preocupase y que lo entendía, es más, que el único de su familia que lo entendía era él. Yo también era amigo de su familia, de su mujer, de sus padres... Me costó poco imaginarme el clima sobre esa decisión".

HABLA DE SU AMISTAD CON BUTRAGUEÑO

"Emilio es un santo varón. Soy muy amigo. Le quiero, le admiro, le respeto. Cuando llegué como director deportivo al Real Madrid le fui a buscar al CSD y lo convencí para que fuera mi adjunto. Es una persona extraordinaria y eso hizo mucho más fácil la toma de aquella decisión. Y lo que lo hizo aún más fácil fue el rendimiento posterior de Raúl".

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