Con 18 años y siendo prácticamente un total desconocido en el mundo del fútbol, el Real Madrid anunciaba el fichaje de Raphaël Varane allá por el verano de 2011. El defensa francés llegaba a la casa blanca avalado, nada más y nada menos, que por Mourinho y Zinedine Zidane. Siete temporadas después, el central ya es uno de los jugadores habituales en el once de las grandes citas del conjunto merengue, convirtiéndose así en la pareja habitual de Sergio Ramos en el centro de la zaga madridista.

El gran 'pero' de Varane es su eterno problema con las lesiones. Esta temporada, pese a acumular 2.721 minutos, repartidos en 32 encuentros, se ha tenido que mimar al galo, quien no suele jugar más de tres partidos seguidos para evitar cualquier riesgo de lesión. Este particular calvario ha acompañado al jugador desde que fichase por el Real Madrid, donde se ha perdido un total de 57 partidos, acumulando 393 días de baja.

MIMOS DE ZIDANE

En el Madrid y, sobre todo Zidane, saben que tienen que cuidar a Varane, aunque la confianza en el futbolista es plena y no se especula con una salida pese al interés del Manchester United de José Mourinho. El entrenador blanco ha querido descartar cualquier atisbo de duda sobre las molestias del central con su maltrecha rodilla, asegurando en rueda de prensa que Varane no tiene ningún problema y que por eso está teniendo más continuidad, algo que lleva a que se vea el extraordinario defensa que es.