El Atleti ha hecho prácticamente campeón al Barcelona prematuramente. Los culés están a una victoria de levantar un nuevo título de Liga. Su partido el próximo 29 de abril ante el Deportivo podría dar la puntilla a la competición. Cabe recordar que fruto de la desconexión y desatino del Real Madrid para con los encuentros disputados en la primera mitad del campeonato, La Liga en este curso ha perdido en notoria competividad.
Otro gallo cantaría si la competición diera por comenzar hace tan solo un par de meses. La eclosión madridista a raíz de la eliminatoria ante el PSG es brutal. Está a dos partidos de meterse en la tercera final de Champions League consecutiva, lo que dejaría la temporada del Barça por los suelos. Sobre todo si se tiene en cuenta que no tiene nada hecho ni ganado en la Copa del Rey, de la que es finalista.
EL PASILLO DE LA DISCORDIA
Lo que comenzó siendo un gesto deportivo de gala y caballerosidad hacia el adversario campeón, desde la ciudad condal no han cesado en los últimos años en denostar constantemente el gesto. Y es que su negativa a su realización al Real Madrid tras estos levantar la Supercopa de Europa o el Mundialito de Clubes, ha llevado a los merengues, con Zidane a la cabeza, a reaccionar de una vez por todas y dejar de poner la otra mejilla.
Está claro para todos que el Barcelona puede ser campeón. También está claro que el hito que puede estar a punto de alcanzar el Real Madrid pasarán muchos años para que el club con segundo mayor palmarés europeo le dé caza. No es el Barcelona. Es el Milan y lleva inmiscuido desde hace varios años en una eterna renovación. La hegemonía del Madrid parece ser alargada.
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