El Atlético de Madrid visitaba este jueves al Arsenal en el partido de ida de las semifinales de la Europa League. Los dos equipos se juegan estar en la gran final de Lyon donde se enfrentaran al ganador de la otra eliminatoria que enfrenta al Marsella y al Salzburgo.

El partido no pudo empezar peor para el equipo colchonero. Corría el minuto nueve de choque cuando Vrsalijko llegó tarde a un balón y pisó el pie izquierdo de Lacazette. El árbitro del encuentro vio la jugada, señaló falta y amonestó al croata. El problema para los atléticos es que era la segunda amarilla para el lateral derecho, por lo que el Atlético se quedó con diez restando 80 minutos por disputarse. Los jugadores rojiblancos se mostraron incrédulos ante esta decisión.

Esto provocó un caldo de cultivo que terminó con Simeone también expulsado. El técnico protestó mucho esa acción. Pero minutos después, el argentino perdió los papeles. Lucas Hernández recibió una falta y el Cholo enloqueció exigiendo una amarilla al jugador del Arsenal que había cometido la infracción. El colegiado acudió a la zona de los banquillos y decidió expulsar al entrenador. 

Simeone terminó enfilando indignado el túnel de vestuarios. Esto provocó la mofa de algunos aficionados gunners. Los ingleses se despidieron del argentino con una sonrisa en la boca. El Atlético se quedó con un jugador menos y sin entrenador cuando ni siquiera se había cumplido la primera hora de encuentro. La situación se le ha complicado mucho al conjunto rojiblanco.

SE PERDERÍA UNA HIPOTÉTICA FINAL

Simeone perdió los papeles en el partido que disputó su equipo ante el Arsenal. El entrenador del Atlético de Madrid se pasó en sus protestas y el árbitro le expulsó. Esto seguramente tendrá consecuencias. Al técnico argentino podrían caerle al menos dos partidos, aunque podrían ser tres si el colegiado francés, Clement Turpin, recoge en su acta los insultos que se pudieron leer en los labios de Simeone. Lo que parece seguro es que se perdería una hipotética final.