La vida de Michael Oliver cambió para siempre el pasado 11 de abril. Cuando el Madrid agonizaba y el partido se veía abocado a la prórroga, el empuje de los blancos generó una ocasión manifiesta de gol. Kroos diseñó la jugada con un excelso pase para Cristiano Ronaldo y este dejó en bandeja el tanto, que daba la clasificación, a Lucas Vázquez. Fue entonces cuando Benatia arrolló al gallego en el interior del área. El colegiado lo vio claro. Penalti. Se había desatado la tormenta.

Gianluigi Buffon, en el momento de ser expulsado. Foto: Twitter (@chirichampions)

BUFFON PERDIÓ LOS PAPELES CONTRA ÉL

El conjunto bianconero, con Buffon a la cabeza, arremetió contra Oliver hasta el punto de que este se vio obligado a expulsar al capitán de los italianos. En su empeño de desprestigiar al árbitro y, consecuentemente, el pase del Madrid, el guardameta aprovechó su comparecencia en zona mixta para seguir despotricando contra el juez del partido. Unas palabras que recientemente se encargó de reiterar, diciendo que si bien las formas no fueron las correctas, el contenido sí lo había sido.

Desde que salió del Santiago Bernabéu, Oliver ha estado en el ojo del huracán. Tal y como ha reconocido a la FA -Federación Inglesa de Fútbol- ha pasado por momentos complicados desde ese día, pero también ha querido matizar que no todo fueron amenazas y descalificaciones. Se sintió apoyado en todo momento, algo que ha querido agradecer.

LAS PALABRAS DE OLIVER

"Fueron unos días raros. Pero fue agradable que tanta gente, tanto dentro como fuera del terreno de juego, estuviera dispuesta a ofrecerme su apoyo. Fue bastante humillante en realidad y significó mucho para mi. Había gente que se me acercaba por la calle y gente dentro del partido que me enviaba mensajes de apoyo. Es bueno saber que tengo ese respaldo".

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