Corren tiempos convulsos en Turín. La Juventus, acostumbrada a dominar en Italia durante los últimos años, ha visto como caía en cuartos de final de la Champions League a manos del Real Madrid y, tras caer derrota ante el Nápoles en el último minuto, el conjunto azzurro se colocaba a tan solo un punto en la Serie A.

Por si fuera poco, la ​Vecchia Signora no atraviesa en estos momentos la mejor relación posible con su estrella, Paulo Dybala. El atacante argentino ha sido cargado de responsabilidad tras ser expulsado en el partido de ida de la eliminación europea, lo que le impidió estar en el estadio Santiago Bernabéu.

DIVORCIO A LA VISTA

A raíz de esto, los principales medios italianos, como Corriere dello Sport y Tuttosport, aseguran que la relación entre el futbolista y su entrenador, el italiano Massimo Allegri, está en crisis, y podría agravarse en caso de que el exjugador del Palermo no goce de minutos en el partido decisivo de su equipo este sábado 28 de abril, ante el Inter Milán.

El divorcio no parece definitivo, pero, en caso de que finalmente se haga, al club italiano le quedan dos opciones: prescindir de Allegri o vender al propio Dybala, que lleva siendo objeto de deseo por los grandes equipos de Europa varias temporadas.

La salida de Allegri, por otro lado, señalaría como principal sustituto a Roberto Mancini, técnico del agrado del jugador. No obstante, esta opción es la que parece más lejana. Dybala acumula 25 goles y seis asistencias en los 41 partidos que ha disputado esta temporada.