Se acabó La Liga. Lo que ya se sabía desde hace semanas se consumó este domingo en Riazor. El Barcelona se hizo con el título de Liga de forma matemática sucediendo al Real Madrid quien lo lograra la pasada temporada. Valverde se estrena así en su primera temporada en el banquillo culé con el campeonato liguero que añadirá a sus vitrinas junto a la Copa del Rey.

EL MADRID SE DEJÓ IR EN LA LIGA

El Barcelona ha conseguido el doblete esta temporada. Los errores cometidos por el Real Madrid en la primera vuelta del campeonato liguero le dejaron en bandeja un título que no han dejado escapar. En la memoria merengue quedan traspiés innecesarios y errores garrafales en el arbitraje a comienzos de temporada que acabaron dejando sin opciones a los de Zidane de revalidar su título.

En Copa, el Plan B de Zidane se sumergió contra el Leganés que dio la campanada en el Santiago Bernabéu en cuartos de final. El Barcelona tuvo el camino despejado hacia la final, sin verse las caras tampoco contra el Atlético de Madrid, y allí goleó a un Sevilla en plena crisis que incluso ha destituido a su entrenador, Montella.

El Barça está de celebración, sin embargo, la sensación es agridulce. El doblete es menos doblete si se tiene en cuenta que el Real Madrid está a un solo paso de luchar por su tercera Champions League consecutiva en Kiev. El máximo cetro europeo es lo que todo club quiere levantar a final de temporada y el club azulgrana volvió a hacer el ridículo dejándose remontar contra una Roma que tanto celebraron el sorteo de los cuartos de final. Ahora, a Messi y compañía solo les queda agarrarse a una machada del Bayern en el Santiago Bernabéu para poder disfrutar de su doblete. La Champions League es lo que realmente importa.