La final de la Champions League aguarda al Real Madrid a menos de 20 días. Una vez superado El Clásico, los de Zidane ya solo tienen en su cabeza el partido de Kiev del próximo 26 de mayo y la mayoría de la plantilla merengue llega a un nivel espectacular. El técnico francés ha conseguido enchufar a todos de tal manera que cuenta con hasta 16 titulares contra el Liverpool.
NACHO, EL COMODÍN DE ZIDANE
La mejoría empieza desde la portería donde Keylor Navas -fijo para Kiev- ha recuperado su mejor nivel con dos actuaciones soberbias ante Bayern y Barça. En defensa, Varane ha encontrado la regularidad que tanto necesitaba y se ha erigido como el perfecto acompañante para Sergio Ramos en el centro de la zaga. Marcelo es dueño y señor de la banda izquierda, como Carvajal lo es de la derecha. El internacional español se lesionó contra el Bayern en Múnich pero su presencia no corre peligro para la final. Por si acaso, Nacho espera su oportunidad tras un año increíble y habiendo vuelto de su lesión a su nivel habitual.
KOVACIC SE HACE MAYOR
En el centro del campo, tras varias semanas agotados, tanto Casemiro como Modric y Kroos parecen haber tomado el respiro que necesitaban y ante el Barcelona dieron un recital. Con ellos en forma, no hay dudas de que el Madrid tendrá mucho más fácil controlar el partido frente al Liverpool. En segunda línea se encuentra Kovacic que ya ha sido titular en partidos importantes como PSG y Bayern y es uno de los cambios habituales de Zidane.
LA MILAGROSA RECUPERACIÓN DE BENZEMA Y BALE
Arriba llega la zona en la que más se notan los frutos de Zidane. Con Cristiano Ronaldo indiscutible -pese a su lesión, llegará de sobra a la final-, el resto de atacantantes se han enchufado hasta el punto que Zidane cuenta con cinco jugadores para dos puestos. Isco es el enganche entre el centro del campo y el ataque y es ahora fundamental en los planes del técnico francés. Por su parte, Lucas Vázquez y Asensio se han ganado a base de trabajo sentirse importantes.
Las dudas estaban con Benzema y Bale. El francés lleva una temporada negra pero ha levantado cabeza en el mejor momento. Su recital ante el Bayern y su gran actuación en El Clásico han fortalecido su figura. En el caso de Bale, un golazo contra el Barça le ha reivindicado. Dos causas que se daban por perdidas y que Zidane, milagrosamente, ha logrado recuperar.